El Arte de Cuidar
Hoy
celebramos el XXII Encuentro de hospitaleros y hospitaleras del camino portugués a Santiago.
Un dia para recordar el trabajo y dedicación de
todos.
Nos
cuenta el diccionario que “hospitalero” es aquella “persona caritativa que
hospeda en su casa”, o lo que es lo mismo la persona que recibe y acoge a los
demás, con cuidado y con cariño.
Al igual que el hospitalero
recibe al peregrino en cada albergue con cuidado y con cariño, es el Camino
portugues quien nos hospeda a todos. El Camino portugués es una gran casa sin puertas que nos
acoge bajo un techo de cielo, un techo húmedo de nubes unos días, azul,
brillante y estrellado otros, una casa orientada al norte con vistas a los
bosques hacia un lado, y al Océano hacia otro.
Y
al caminar entramos en casa, nos acomodamos en rocas con musgo como sillones,
recorremos el largo pasillo flanqueado de silveiras, nos recogemos juntos en
dormitorios como cuando éramos niños, y sin darnos cuenta, nos hacemos familia.
El
camino nos orienta, nos mima, nos arranca sonrisas, nos acompaña y nos acaricia
con ramas de carballos y vientos del Atlántico. El Camino nos escucha, nos
comprende, nos cura, nos redime y nos protege. El Camino es una madre generosas
y amable, hecha de tierra, distancias, vidas e historias. El Camino cultiva el
Arte de cuidar. El Camino es una hospitalera.
Al
igual que el Camino con nosotros, como hospitaleiros queremos perfeccionar el
Arte de Cuidar, dando acogida a esta gran familia de peregrinos que se deja
caer exhausta tras la caminata, recordarles que pueden descansar, que están en
casa. Ese compromiso con el cuidado nos ha traido a un año lleno de
actividades, exposiciones, nuevos amigos y nuevas rutas. Además hemos dedicado
un esfuerzo en la mejora de nuestro albergue, aquí en Pontevedra.
Si este año el Camino
Portugués ha acogido a cerca de 150,000 personas de todo el mundo, es quizás
porque cada vez más, vengamos de donde vengamos, necesitamos sentirnos
acogidos, sentir el cariño y el cuidado, sentir el abrazo el Camino..
Pero
el cuidado es un diálogo, necesita reciprocidad. Para poder ser cuidados, es
importante cuidar.
Quizás
por eso, este año os propongo una reflexión
. ¿Cómo
podemos dar cariño al Camino? ¿Cómo devolver cuidado a esta madre hospitalera
que nos acoge? ¿Qué es lo ella necesita?
¿Qué es lo que le duele?
¿Qué
podemos hacer por ella? Por la transparencia de sus ríos., por la belleza de
sus paisajes., por la exuberancia de sus bosques., por la vitalidad de sus
pueblos., por el porvenir de las personas que lo habitan, por su riqueza y
legado histórico, por su capacidad de aceptar a todos, por la paz de sus
sonidos
Pero
sobre todo, ¿cómo saber ella que estará ahí mañana, protegiendo a nuestros
nietos cuando necesiten cuidado, y a las generaciones futuras que necesitarán
su cariño tanto como nosotros?
Por
tanto, os invito hoy, queridos amigos y compañeros hospitaleros, a invitar a
alguien más a nuestra casa, a esa madre Camino, la hospitalera a la que tanto
debemos. Os invito a convertiros en los hospitaleros no solo de los caminantes,
sino también del Camino.
Y
en este destino entrelazado, aprendamos a construir un futuro de cuidado y
cariño mutuo..
Sin
más, gracias por estar aquí un año más, por vuestra dedicación y amor hacia
esta ruta sagrada.
Que
sigamos caminando juntos en este y en muchos otros caminos, porque quizás el
mensaje secreto de nuestra madre Camino es que todo camino que tomamos es el
Camino.
30 septiembre 2023
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